Se trata de cuatro cilindros de arcilla fechados unos quinientos años antes de lo que parecía ser era el inicio de la escritura, puesto que tienen 4300 años de antigüedad.
Los investigadores han localizado símbolos que se repiten, la que garantiza que no se trata de dibujos puramente ornamentales. No se conoce de momento si se trata de un sistema silábico o de otro tipo.
Este hallazgo tiene por delante un amplio estudio para per poder determinar qué hipótesis sobre su origen y significado son las correctas.