Dice Facebook que el metaverso es «un conjunto de espacios virtuales donde puedes jugar, trabajar y comunicarte con otras personas que no están en el mismo espacio físico que tú»
Como persona no tengo nada en contra de los avances de la ciencia ¡sólo faltaría! Ni tampoco pretendo entenderlo todo, es suficiente con aprender cada día un poco más de grafología que en todo caso, es el campo en el que he elegido investigar y al que dedico mi tempo de trabajo.
Reconozco que el tema del metaverso en general y desde mi desconocimiento, me genera más dudas e intranquilidad que ilusión. Quizá como aficionada que soy al cine de ciencia-ficción me estoy dejando llevar por la imaginación y me estoy visualizando en un mundo irreal, carente de afecto y de contacto humano. Puede que me esté pasando, no sé, es posible, pero es lo que mi mente proyecta cuando oigo la palabra «metaverso»
¿Dónde queda la grafología?
Y es que me resulta inevitable llevar el tema a mi campo. Ya constato hoy en día la dificultad de muchas personas para escribir a mano. ¿Especialmente jóvenes? Pues no necesariamente, pero eso es tema para otro día, me lo anoto. La cuestión es que me resulta un poco preocupante la cantidad de excusas que oigo para no utilizar bolígrafo y papel. «Tengo mala letra» «Así ya lo tengo archivado en el ordenador» «Uy, es que apenas escribo» y así una lista más larga de lo que me gusta reconocer.
Si no escribimos no podemos «hacer» grafología. Y la grafología, es importante recordarlo, es una manera de acercarte a las personas, de conocerlas, de entenderlas.
¿Dónde queda la grafología si cada vez más nos trasladamos a un mundo virtual, en el que no hace falta conocer a las personas porque sencillamente no existen?
Porque eso es lo que se vive en el metaverso, la imagen de alguien que quizá queramos ser, pero no lo que somos en realidad. Quizá como en todo la respuesta la encontremos en el equilibrio, en comprender que si es positivo aceptar las innovaciones y el avance de la ciencia, también debe ser válido seguir utilizando herramientas de comunicación humana como la escritura y por extensión, la grafología.
Yo apuesto por seguir con el «jugar, trabajar y comunicarte» siendo personas.
