El peritaje caligráfico se centra en el estudio e identificación de una escritura, una firma o cualquier otra manifestación gráfica.
Esta técnica es ampliamente reconocida dentro del mundo judicial, dado que su principal aplicación práctica es la de concretar la autoría o la autenticidad de manuscritos que hayan podido generar cualquier tipo de conflicto.
Los peritajes caligráficos se utilizan también fuera del ámbito judicial, ya que a nivel empresarial e inclusive privado, existen circunstancias que aconsejan la contratación de un perito calígrafo para poder concretar la autoría de manuscritos como por ejemplo anónimos o firmas en albaranes.
Existen tres posibles resultados tras la realización de un peritaje caligráfico:
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- SÍ, el manuscrito ha sido realizado por tal persona
- NO, el manuscrito no ha sido realizado por tal persona
- EXISTEN DUDAS RAZONABLES sobre la autoría del manuscrito
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