Es una de las aplicaciones más utilizadas y conocidas de la grafología, porque con el análisis de la escritura de los candidatos pueden localizarse las competencias que la empresa busca para un puesto de trabajo. La grafología describe de qué manera actuará cada candidato según su manera de ser, y esta información resulta básica para poder escoger la persona más adecuada en cada caso.
También se aplica la grafología para detectar los potenciales de cada trabajador y poder concretar sí están ubicados en el puesto óptimo para poder desarrollarlos, en su propio beneficio y también en el de la empresa, o si sería interesante valorar un cambio en sus funciones.
Dentro de la gestión de RR.HH., con la grafología puede definirse cuales son los roles que cada miembro de un equipo de trabajo desarrolla con mayor comodidad y garantía de éxito, de modo que puedan ajustarse las tareas dentro del grupo para alcanzar el mejor rendimiento laboral.