Sigue siendo mi día preferido del año.
23 de abril, día de rosas, de muchos libros y de vencer a dragones, ya sean imaginarios, en forma de virus o con cualquier otro aspecto.
Día de pasear por las calles y buscar aquel libro que nos recomendaron. De andar a la caza de esa rosa que brilla fresca, la más bonita y olorosa de todas. Día de llegar tan cansada a casa de haber estado en tantos stands, de haber caminado tanto, que solo quieres tirarte en el sofá y empezar a ojear los libros que has escogido, como quien contempla su tesoro.
Aún no puede celebrarse como a mí me gusta pero lo doy por bueno si tenemos salud y muchas ganas de leer y compartir rosas. El año que viene volveremos a cazar dragones.